Escapada a Marrakech

Desde la llegada cautiva el contraste de colores. La ciudad, sus murallas rojas de adobe, sus muros cubiertos de buganvillas de donde surgen palmeras y otras plantas, un grandioso decorado sobre el fondo de las cimas nevadas del Alto Atlas, bajo un cielo luminoso sobre de un azul intenso que anuncia la auténtica naturaleza de Marrakech. Un lujurioso oasis perpetuamente soleado, que échala los floridos efluvios del jazmín o de la flor de azahar y el frescor de sus jardines. En el interior de estas murallas de adobe, a la sombra que el sol intercala en las callejuelas de su medina, reina una intensa actividad, salpicada de voces, colores y olores encuentran su réplica para componer una desconcertante sinfonía. Marrakech, ciudad mítica, capital cultural, inspiradora de artistas, modas y acontecimientos; Marrakech de las galerías de arte, de los festivales, las exposiciones, Marrakech con sus famosos, sus lujosos palacios y sus noches de ambiente. Marrakech, capital turística , ofrece un inteligente equilibrio entre los tesoros del pasado y la energía permanente de las culturas moderas.

La Koutubia Erigida por los almohades en 40 años (a partir del 1150) con formas simples, una decoración sofisticada y el equilibrio de sus proporciones, la Koutubia está considerada uno de los monumentos más hermosos del Magreb. Sirvió de modelo a 2 hermanas, la Giralda en Sevilla y la torre de Hassan en Rabat. Su minarete de 77m puede verse a 25Km. Iluminada de noche, es el “faro” de Marrakech. **La entrada no está permitida a los no-musulmanes  Plaza Jemaa el Fna La plaza Jmaa el Fnaa es el corazón de la ciudad. Clasificada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO , debe su fama a su espacio, su multitud y su ambiente. Peatonal, es uno de os lugares de encuentro y espectáculo, con tenderetes y puestos que ofrecen comida y bebidas. Sobre todo por la noche, cuando comienza la fiesta en Jmaa el Fnaa, es un punto de reunión que enlaza con los cafés-terrazas que la rodean. Aquí se puede encontrar a narradores, astrólogos, acróbatas y los famosos Gnawa que vibran y saltan al ritmo de sus Krakachs (castañuelas metálicas)  Tumbas Saadinas Cerca de la monumental puerta de Bab el Agnaou, las tumbas de la dinastía Saadie, son una necrópolis real (del siglo XIV al XVI) con columnas de mármol italiano y cúpula en madera de cedro labrado. Existen dos mausoleos: El principal consta de tres salas. La más famosa es la central que con sus doce columnas de mármol blanco de Carrara sostiene una cúpula de madera de cedro tallada, con su decoración de estuco y maderas pintadas. Esta sala contiene la tumba de Ahmad al-Mansur, su hijo Zidane, y los de sus sucesores inmediatos. El segundo mausoleo fue construido por Ahmad al-Mansur para la tumba de su madre Lalla Messauda y es de forma cuadrada con dos salas laterales. El mausoleo comprende los restos de unos sesenta miembros de la dinastía Saadí, entre los cuales están los de Áhmad al-Mansur y su familia. En los jardines que comunican los dos edificios se encuentran tumbas de los soldados y sirvientes.  Palacio de la Bahía Construido a finales del siglo XIX por el arquitecto El Mekki para el visir Ba Ahmeb Ben Moussa, esta obra de arte destaca por su sofisticada decoración, sus jardines, fuentes, patios sombreados y su arquitectura. En el palacio residía la familia del visir, es decir 4 esposas,24 concubinas en innumerables hijos. La disposición de las habitaciones, puertas y pasillos está diseñada de manera que todas podían preservar su intimidad y evitar encontrarse con las demás. Su construcción duró 7años, dando origen a un refrán marroquí “Ya se ha terminado el Bahía” para referirse a un asunto que se demora mucho tiempo